Esa tarde la sacerdotisa se acerco al jardin , desde alli diviso el mar y descubrio que algunos barcos habian llegado a la isla, tranquila siguio andando, sumergiendose en la calida tarde del verano mientras armonizaba con todo lo que se encontraba a su alrededor, el sol, el olor dulce de los naranjos, el canto de los pajaros, la brisa del mar, eran tiempos de paz y la isla habia recuperado todo su esplendor.
- Un ratoncito! dijo alegremente cuando vio a la niña desaparecer tras un arbol
-Jijijijiji
-Ajaaaaaa, donde se habra metido?? donde estara ese raton...
-Te pille!!
La sonrisa mas traviesa en toda la isla habia sido descubierta.